- Encuentra una parcela de terreno abierto, soleado y bien drenado con suelo arcilloso para colocar el sembrado de girasol. Los girasoles tolerarán arcilla o limo arenoso pero no florecerán en tierra húmeda.
- Adquiere las semillas apropiadas. Busca girasol que produzca semillas de “confitería” o "sin aceite". Éstas son las conocidas semillas blancas y negras, utilizadas como refrigerios.
- Siembra bien las semillas. Espera que hayan terminado las lluvias de primavera, si estás plantando los girasoles en una zona baja, ya que se pudren fácilmente.
- Siémbralas a una profundidad de una pulgada y media o dos, donde el suelo esté húmedo, así pueden germinar fácilmente. Tus girasoles comenzarán a crecer en una semana o dos.
Ficus, una planta muy habitual en la decoración, procedente del Asia tropical y que suele medir entre 0,9 y 1,5 metros (aunque bien cuidada puede llegar perfectamente a los 3 metros).
Sugerencias de decoración:
Se trata de una planta muy estilizada, con hojas pequeñas y verdes, sin floración, que resulta perfecta para decorar nuestras esquinas o colocar por ejemplo a los lados de un objeto de decoración para hacerlo destacar como una librería, en un salón, o incluso en la cocina.
Además, es muy usada por ejemplo en las salas de espera o los recibidores o escaleras de comunidades ya que además de tener un aspecto muy estilizado en comparación con otras plantas de decoración requiere pocos cuidados.
Cuidados:
Es muy adecuada para apartamentos interiores, con mucha luz pero sin sol directo, también para gente que viaje ya que aunque necesite mucha luz necesita poco riego sobre todo en invierno, lo que nos permite hacer viajes cortos sin necesidad de estarle dando las llaves al vecino y pedirle el favor de que nos riegue las plantas.
También resiste bien diferentes temperaturas siempre que no sean inferiores a 15 grados, lo que permite tenerla en la mayor parte de nuestra geografía.